Sobre Nosotros

No hacemos ropa. Tejemos segundas oportunidades. Cada puntada es una historia en proceso. Cada prenda, un acto de dignidad. En nuestros talleres no hay solo máquinas: hay manos que buscan reescribir su destino. Somos una marca hecha en cárceles de Colombia y más que condenas, vemos futuro. Aquí, el diseño no es solo estética: Es herramienta. Es camino. Es esperanza que nos dice: “Todo puede transformarse”.

Somos costuras con propósito. Somos tela que libera, porque vestir puede ser un acto de cambio.